martes, 1 de marzo de 2011

Repaso por ARCOMadrid


Stand "EL PAÍS", ARCO 2011
Tras una ansiada planificación, visite la feria ARCO, en febrero, en su edición 2011, en la que festejó su 30 aniversario. Para los que aún no la conocen, se trata de un encuentro de gran envergadura, en el que galerías, profesionales, coleccionistas, instituciones, y amantes del arte, se reúnen con el fin de mostrar, conocer, vender y comprar arte contemporáneo. La idea es generar un circuito comercial, donde se puedan hacer contactos, adquirir obras, generar intercambios, y así poner en escena la actualidad artística.

Ubicada entre las grandes ferias internacionales, junto a la FIAC en Paris, o ArtBAsel en Suiza y EE.UU (está última, considerada la más importante a nivel mundial), ARCO tiene la particularidad de ser esperada no sólo por españoles, sino también por los especialistas latinoamericanos. Esto es así, ya que ARCO ha funcionado para muchas galerías y artistas no europeos, como la “plataforma”, desde la cual salir a la luz en el ámbito mundial. 
En esta edición, y a pesar de festejar su 30 cumpleaños, la feria se achicó. Coyunturas, como la renombrada crisis española, y el cambio de dirección en la feria (asumida a mediados del 2010, cumplió el desafió de replantear la feria en poco tiempo), hicieron que el encuentro se organizará en 2 pabellones, presentando 197 galerías, de 21 países, números en decadencia, siguiendo la historia de ARCO. Sin embargo, la critica apoyó esta edición, asegurando que la feria fue más pequeña, pero de mayor calidad.


Por mi parte, fue la primera vez que tuve el placer de asistir, y este supuesto reajuste no me impidió extasiarme entre tantas obras y propuestas. Lo cierto es que, la mayoría estuvo agradecida de sentir que el espacio estaba más abierto, que se descongestionaba, y permitía abarcar al evento de una manera más manejable y agradable. Al fin de cuentas, reducida o no, se trató de una mega feria con mucha información.
Algo sorprendente, no fue la cantidad de gente que la visitaba (se esperaba un gran aforo),  pero si, el perfil de quienes asistieron. Coleccionistas y fundaciones estaban en primera fila, pero no faltaron grupos de jóvenes y adolescentes, que se mostraban entusiastas y ansiosos por recorrerla. Nada más alentador que ver  miradas frescas,  descubriendo el mundo del arte actual.
Por otro lado, en cuanto a los participantes de la feria, además de galerías, se encontraban stands de instituciones, editoriales y revistas de arte, que hay que decirlo, fueron las más accesibles a la hora de brindar información. Esto se debe a que estamos hablando de una feria, cuyo objetivo es generar  relaciones comerciales, y que además,  anticipándose (o respondiendo), a la crisis apostó este año por un nuevo coleccionismo, a través del First Collector. Dicho programa ofrecía asistencia a pequeños coleccionistas o personas no especializadas que podían adquirir obras por pequeños montos. En este afán por vender, en los stands se notaba gran prioridad por aquel que mostraba intención de comprar, lo que para mi gusto le resto a ciertos espacios. Se entiende que ese era el objetivo de la feria, pero de ahí a generar exclusiva atención a un sector, no permite la llegada de los artistas a un público más amplio, y por qué no, interesante. Sin embargo, es positiva la apuesta, ya que invitó a nuevos coleccionistas y se los asistió, profesionalizando las adquisiciones, más allá de compras emocionales. 
Definida por los medios, como una feria de calidad, ARCO 2011 no pudo disimular la profunda reducción en la sección Focus Rusia, país invitado. Ésta, sólo contó con 8 galerías, número bastante acotado con respecto a países invitados en otras ediciones. En este aspecto Carlos Urroz, nuevo director de la feria, se justificó, afirmando que se trataba de una selección que prefirieron cuidar,  antes que juntar galerías por que si. Algo a destacar, es que la organización invitó a Rusia, porque además de ser un país cuyo arte es desconocido para la parte occidental de Europa, se trata de una economía muy importante, con gran potencial de compras (al menos lo reconocieron).
Si de presencia nuevas se trata, el programa Opening  integró a 19 galerías emergentes de ciudades no españolas, que permitió encontrarse con una nueva escena. Para esta sección, se realizó una convocatoria abierta, cuya curaduría estuvo a cargo de Maribel López. En esta área, se conocieron propuestas de Varsovia (Polonia), Oporto (Portugal), Nantes (Francia), entre otras, siendo Berlín la ciudad que más galerías nuevas presentó, lo que afirma su gran potencial como centro europeo de producción artística.
Cruzando el charco, Solo Projects, puso su foco en Latinoamérica. Esta sección mostraba el proyecto de un artista por galería, unidos por la categoría de arte latinoamericano. Lo interesante de esto, fue que las comisarías de la sección (Luisa Duarte –Brasil-, Julieta González y Daniela Pérez –México-), optaron por considerar lo latinoamericano más allá de un criterio geográfico estricto, y adoptaron un concepto amplio. Así, realizaron una selección que además de artistas latinoamericanos, integró proyectos de artistas europeos o estadounidenses, cuyas obras tenían incidencia en la región. Una observación en la que las comisarias coincidieron, fue afirmar que  Brasil y México, son los países cuya producción actual es la más competitiva internacionalmente y que han sabido moverse más allá de Latinoamérica, esto debido diferentes situaciones institucionales.
Argentina estuvo presente tanto con artistas, como con galerías.  Entre otros, Jorge Mara, de Buenos Aires, participó del programa general de ARCO, y una vez más Marcos López y su inconfundible fotografía pop latina, fue parte de la feria, a través de la galería colombiana, El Museo. El artista tucumano, Tomás Saraceno presentó una escultura, fiel a su estilo experimental y científico. A su vez, Tomás Espina, fue la gran estrella, con su proyecto trabajado con pólvora, encendida sobre tela (las piezas huelen a polvora!!). Entre sus trabajos, se destacó  “La fuga”, el cual compitió en el Premio Illy ARCO Sustain Art.


Algo novedoso que proponía la feria, era la posibilidad de descargarse una aplicación gratuita para IPhone y IPad (tan de moda). A su vez, en la web se ofrecia Infoarco, donde había todo tipo de información de la feria, desde las galerías que participan, a restaurantes recomendables en Madrid. Por otro lado, algo para agradecer, es que los visitantes nos podíamos dar el gusto de sacar fotos en todos los stands.


Además de ARCO, se hicieron ferias paralelas, como JustMad2, Madrid dearte, Art Madrid, que propusieron nuevos artistas y en las que se notó gran concurrencia y adquisición de obras. Así, recorrí JustMad2, que tomó todo un edificio, presentando muchas, muchas galerías, conferencias, y en donde se observaba una buena cantidad de compras de coleccionistas privados. 
Madrid se vistió de arte. Variados materiales como metacrilato, madera, hierro, textiles, latex, material reutilizado, vidrio, resina, laca y nuevas tecnologías, se aplicaron en diferentes formatos, como pintura, escultura, instalación, arte electrónico, interactivos, fotografía e incluso performances. Muchos colores. Muchos artistas. Muchos países. Buena oportunidad para arrancar un 2011 con un pantallazo de la actual escena del arte contemporáneo.

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