miércoles, 3 de agosto de 2011

Crear, el mejor antídoto

Por Loli Barilari
Todos queremos estar bien. Hoy intentamos no sólo combatir dolencias físicas, sino también, resolver cuestiones emotivas y estados de ánimos, como la ansiedad, miedos, o la violencia. En este punto, la medicina (o más bien algunos médicos), y la psicología, se animan a reconocer que el trabajo práctico sobre las emociones, resuelve cuestiones profundas que nos atormentan. Así, afirman que el acto de crear una obra de arte, nos permite expresar sentimientos de manera natural, y nos aporta gran vitalidad. El arte se presenta como una opción, que a su fin estético y social, se le suma una capacidad sanadora y "altruista" de hacernos sentir bien. 

"La noche estrellada", Vincent Van Gogh. 1889. Vista pintada por el pintor desde su cuarto en el sanatorio donde se recluyó al final de sus días.


 
El arte como terapia

Jean Pierre Klein, psiquiatra fránces y director de teatro, es considerado el padre del Arteterapia. Él asegura que “toda persona es creativa", y que la necesidad de crear es un impulso innato, que nos hace sentir vivos y ayuda a nuestro bienestar. Según Klein, el arte estimula la capacidad imaginativa de toda persona, actuando además como un medio de expresión y satisfacción. En este sentido, podemos decir que el arte es esencial para el desarrollo intelectual, emocional y mental de todos. Realizar una obra de arte nos invita a imaginar, explorar, transformar. La obra es un medio con el cual se puede tratar un problema de una manera indirecta y menos agresiva, convirtiendo lo molesto en algo agradable. No se destruye, sino que se construye.  

Jean Pierre Klein
El origen
Esta nueva función del arte, tiene su origen en la posguerra europea. El inglés Adrian Hill (1895–1977), un artista que convalecía en un hospital, liberaba su nostalgia y sus angustias pintando. Comenzó a compartir con otros enfermos los efectos que ejercían sobre él esta actividad. Resultó que a algunos pacientes esto les sirvió para poder comunicar por medio del dibujo o la pintura los sufrimientos que habían vivido en el campo de batalla. Al terminar la guerra, Hill trabajó en el hospital convirtiéndose en el primer terapeuta artístico. 

"Uno entre muchos", Adrian Hill. Carbón y tizas, 1974.
Sin embargo, el reconocimiento del arte como una terapia complementaria es relativamente reciente. Hace aproximadamente dos décadas se lo considera una disciplina independiente, incoporándola como asignatura en centros y facultades de medicina de todo el mundo. Hoy Estados Unidos, es el país en donde se encuentra más desarrollada su aplicación.

Arte en bruto

La producción artística permite crear metáforas sobre un problema. La obra es capaz por un lado de aportar información muy valiosa acerca de nuestro mundo interior,  pero a su vez, ofrece un aspecto catártico y pone su énfasis en la espontaneidad. No importan los saberes artísticos o técnicos. Todos podemos crear, y de allí nace el Art brut: el arte producido por individuos ajenos al mundo artístico. Jean Dubuffet acuñó este término en 1945, y afirmaba que todos llevamos un potencial creativo que las normas sociales anulan. Este pintor fránces se separó de la concepción sofisticada del arte, para trabajar desde un lado más humano y real. Decía que era imposible competir con los niños y los "locos", quienes crean puro arte. Dubuffet prefirió un arte menos lindo, pero más humano, y que todos podemos crear. 

Pintura de Jean Dubuffet
Para todos los gustos
Todas las actividades artísticas poseen cualidades terapéuticas como  la relajación y la divertisión, pero hay diferentes formatos, cuya aplicación terapéutica dependerá de cada caso.
El arte como terapia abarca diferentes especialidades, como la musicoterapia, la danza/movimiento terapia, el psicodrama, y el arteterapia propiamente dicho, que se utiliza más para hablar de plástica.
Es importante encontrar el medio adecuado para cada persona. Por ejemplo, en el caso de personas con problemas de anoréxia o bulímia, es mejor no trabajar con el teatro o la danza, porque resultan agresivos.
El arteterapia que utiliza la plástica como recurso, se sirve de dibujos,  esculturas, collages y demás técnicas provenientes de la misma rama. En ocasiones, los dibujos nos aportan información que jamás comunicaríamos de otra forma.

Locura-creación, o ¿Genialidad?
Existen obras íconos de la historia del arte, que posiblemente fueron motivadas por las enfermedades que padecían sus autores. Esto lo afirmaron clínicos de la Universidad de San Diego (EE.UU),  quienes estudiaron la vida de algunos grandes genios de la pintura.


Vincent Van Gogh (1853-1890) 
 Autoretrato, 1889
Vivió una vida perturbada, en la que gobernaban los pensamientos oscuros. De ellos, quizás explotó la luz que caracteriza sus óleos. Era solitario y padecía de esquizofrenia afectiva. Su producción más cautivante e intensa, la realizó en una etapa de aguda psicosis. Tan intensa era su relación con la pintura, que se dice que se hizó adicto a la trementina, un compuesto tóxico con el que se elaboraban las pinturas de óleo. En medio de crisis y estados de ansiedad, Van Gogh se comía sus pinturas.

"El cuarto de Van Gogh en Arles", 1889. 

Edvar Munch (1863-1944)
Pintor y grabador noruego expresionista. Manifestaba desequilibrios mentales, a los cuales, según sus palabras, no quería renunciar. En su cuadro “El grito“ (originalmente titulado "Desesperación"), el pintor dijo haber retratado el momento en que se ponía el sol y el cielo se teñía de color sangre. Esta obra es considerada como clave de la angustia existencial.

"El grito", 1893
Frida Kahlo (1907 -1954)
Gran pintora mexicana, símbolo de libertad y del Nuevo México. Sufrió un grave accidente cuando era niña,  lo que la obligó a someterse a múltiples operaciones a lo largo de su vida, además de no poder tener hijos. Su padre le construyó un caballete y le regalo pinturas con las que empezó a crear. Así comenzo un intensa serie de autoretratos, en la que se reflejaba llorando, con órganos exteriorizados, en salas de cirujías y corazones sangrantes. Se trata de una pintura profundamente autoreferencial con la que quizás intento curar sus heridas, tanto físicas como emocionales.
"Las dos Fridas", 1939
"Sin Esperanzas", 1945
El pequeño artista que todos llevamos dentro
Todos podemos encontrar en el arte la posibilidad de sentirnos mejor. Su simple esencia creadora y la estimulación que ejerce en nuestra imaginación, nos asegura una mente clara y un espíritu sano. No debemos tener miedo de ser un poco artista, ya que producir eligiendo el formato que más nos gusta, ayuda a descubrir lo que guardamos en nuestro interior. Acompañar tratamientos con arteterapia, nos devuelve el equilibrio que siempre anhelamos.


Para los que estén interesados en formarse o 
saber más sobre el tema, aquí van algunas coordenadas:

Asociación Argentina de Arte Terapia:Tiene formación anual que empieza en marzo. Realiza Ateneos arteterapéuticos, cada mes en el Hospital Británico de Buenos Aires. Contacto: info@asoarteterapia.org.ar

Escuela Argentina de Arte terapia: Cursos regulares o de modalidad intensiva. Además ofrece talleres y seminarios en diferentes ciudades. Contacto: 4855-9222


*Me gustaría agradecer a mi amiga Juliana Luz, por los tips para este post, y por su incandescente y sensible trabajo en arteterapia.

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